| Reseña: | 
                 
                   Hasta mediados de los años 50, el vampirismo estaba 
                    representado en las pantallas cinematográficas como 
                    un tema de serie B, apenas un entretenimiento sobrecogedor 
                    para las tardes de los sábados. Posteriormente y gracias 
                    a las películas de la Hammer, los vampiros tradicionales 
                    ganaron en importancia cuando nos mostraron a muertos que 
                    regresaban para alguna venganza, dejando en el espectador 
                    un margen para su propia fantasía, para que adornasen 
                    con sus temores lo que el filme no les mostraba. El inconcluso 
                    argumento ocasionaba que, posteriormente, cuando nos íbamos 
                    a dormir, los monstruos invadieran la habitación, ocasionando 
                    una duda sobre la conveniencia de seguir viendo este tipo 
                    de películas. Si pasábamos miedo, ¿para 
                    qué volver? 
                    Pero hemos vuelto a nuestra vieja pasión por este Señor 
                    de las Tinieblas, especialmente cuando después de Bela 
                    Lugoshi y Christopher Lee nuevos actores como Brad Pitt, Tom 
                    Cruise y Gary Olman ocupan su puesto, o también otros 
                    tan hermosos como Kate Beckinsale, la Selene de "Underworld", 
                    quien con su enfundado traje negro se parece más a 
                    una roquera a bordo de una Harley Davinson que a una vampira 
                    tradicional. 
                    Este libro es indudablemente un homenaje a este cine, pero 
                    también aporta un recorrido histórico sobre 
                    su existencia, así como las biografías de los 
                    más reconocidos escritores, actores y directores que 
                    han participado de esta leyenda sombría. 
                   
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